“Dejémonos de gabardinas con periódicos”

La vida de un detective privado no se basa en desayunos en cafeterías, con gabardinas y “leyendo periódicos”. Lejos de tópicos cinéfilos y convencionalismos del imaginario colectivo, la vida de los detectives privados es una vida de dedicación y perseverancia para lograr el éxito.

El título de detective es un título universitario, ya adaptado al grado, que requiere de muchas horas de estudio sobre derecho constitucional y penal, criminología y policía científica. Además de una acreditación expandida por el Ministerio del Interior, en la Sección de Seguridad Privada de Interior. Esta acreditación consiste en  una tarjeta que deben llevar siempre encima para poder enseñarla en caso de que sea necesario.  Y para obtenerla se debe haber cursado los estudios satisfactoriamente, no tener antecedentes penales ni ser funcionario.

Un detective privado es un profesional del crimen y las mentiras, un profesional de lo oculto. En eso se basa su trabajo,  en destapar algo que personas quieren mantener oculto. España cuenta ya con 1.800 detectives privados en activo y más de 4.000 licencias.

“El verdadero y duro trabajo de un detective privado”

En el siglo XX, un detective privado solo trabajaba mayoritariamente temas de infidelidades y búsqueda de personas, y algún tema relacionado con herencias. Pero hoy día, su profesión ha ido cambiando y evolucionando con  la sociedad. Actualmente, debido al panorama socio-económico trabajan mucho el tema de fraudes a empresas por parte de empleados y fraudes a aseguradoras. Pues cuando se trabaja con personas, hay que ir evolucionando y adaptándose a ellas y a sus necesidades.

Hoy día, los detectives privados tratan temas que podríamos dividirlos en cuatro grandes grupos: laborales, económicos y de empresa, compañías de seguros y familiares. Dentro de estos, se incluirían por ejemplo la investigación de bajas fingidas, competencia desleal, fugas de información, siniestros fingidos, fraude a seguros y situaciones derivadas de divorcios o separaciones como pensiones compensatorias o cuidado de los hijos.

Para conseguir cerrar con éxito todos los casos que se le planteen, el trabajo de un detective privado se traduce en horas y horas de dedicación e investigación. Horas de seguimientos y de largas esperas. Desplazamientos nacionales e internacionales. Dormir a deshoras. Soportar condiciones climatológicas adversas. En resumen pocas horas para la vida personal y mucha dedicación y ganas para la vida profesional. Aunque cabe decir, que todo este trabajo se ha visto beneficiado por el desarrollo de las tecnologías e Internet. Que hace que sea mucho más difícil borrar nuestras huellas.

Por otro lado los detectives también tenemos que luchar contra una creciente competencia desleal en el sector, existen personas que se hacen llamar detectives y no cuentan con esa cualificación. Pero ahí entra en juego la decisión de los futuros clientes. Que deben decidir si confiar en personales que no pueden darle resultados reales o  contratar a verdaderos profesionales, que son con los que se consiguen verdaderos y efectivos resultados.

Si tiene algo en la mente que no para de plantearse y repetirse, y quiere poner fin a esa sospecha e inseguridad, no dude en ponerse en contacto con nosotros proponiéndonos su situación y qué le preocupa o preguntándonos dudas sobre nuestros servicios, ya sea por la página de contacto de nuestra web, escribiéndonos a info@acdetectives.com o si lo prefiere, llamándonos al 955 138 323 o al 678 738 343. Confíe en la agencia líder de Detectives en sevilla

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